El paseo por el dique de las marismas de Bengoa no deja de sorprender por mucho que se repita. La marea muy baja mantenía a los pájaros repartidos y demasiado lejos para la observación, aún así era incesante el desfile de limícolas y anátidas, a las que se sumaban garzas, gaviotas y pajarillos en los matorrales. Ya a la tarde por el paseo de la playa y el puerto, alcas y zampullines cuellinegros pescaban cerca de los muelles, mientras los bandos de garcillas bueyeras sobrevolaban la ría dirigiéndose a los dormideros. Zarapitos, archibebes, andarríos, un continuo ir y venir de espátulas entre el canal y las marismas, los picados de los charranes, las peleas de las gaviotas robándose unas a otras fueron sucediéndose junto a varias cabecinegras a lo largo de la mañana.