¿El alba sucede en el tiempo o sucede en el espacio? ahora me parece claro, cada vez más claro, que es un mismo espacio, me siento a ver amanecer, está todo oscuro, en un momento se perfilan las sombras, los gatos vuelven a ser pardos, luego vuelven a ser gatos y luego es de día, y parece claro que sucede, te dejas estar y es de día y ya no es ahora sino es luego y hace un rato era de noche y ya no. Un viejo amigo al que no dejo de echar de menos, enfrentado al amanecer insistía que era un espacio, los hornos de Baracaldo que alumbran todo Bilbao, así la luz delimitaba nuestro ahora. Si ves amanecer en un tren el alba es todo espacio sin tiempo, un lugar al que accedes, un sitio que muta rodeándote o un lugar en el que vas introduciéndote. Entonces no esperas llegar en un momento a un lugar determinado, esperas una luz, una delimitación. He escrito sobre cómo los vientos construyen los cetáceos, cómo el mar elabora sus ballenas, hoy quiero aseguraros que los hombres que los miran los fabrica el alba y los trenes, y ellos mismos, como los delfines, la luz o las gaviotas son una sorpresa. Y por hablar de gaviotas y otros pájaros marinos, quizás estos sean los pájaros que mejor expresan la transición de la luz. Siempre vuelan en los grandes espacios del amanecer y de la misma forma que los delfines son fantasmagóricas elaboraciones marinas, el propio mar, con la luz adecuada, es fruto siempre de los grandes pájaros que la sobrevuelan.
Alcatraz (Morus bassanus), Tarragona febrero 2015
Alcatraz (Morus bassanus), Tarragona febrero 2015
Gaviota cana (Larus canus), Tarragona febrero 2015
Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus), Tarragona febrero 2015
Pardela balear (Puffinus mauretanicus), Tarragona febrero 2015