«Por su parte la ardilla moruna (Atlantoxerus getulus) fue introducida en 1965 en Fuerteventura, donde se han expandido por toda la isla. En Gran Canaria se han producido capturas en varias ocasiones de individuos liberados deliberadamente, aunque no han constituido poblaciones silvestres. En Lanzarote se desconoce su estatus con precisión. En el caso de Canarias, las especies con posibilidades de establecimiento son aquellas que son objeto de comercio (principalmente Tamias spp.), así como las que se pueden encontrar en parques zoológicos o colecciones zoológicas privadas. Considerando la variedad de hábitats y climas presentes en Canarias y las características biológicas y ecológicas de las especies incluidas en esta familia, es previsible que muchas de ellas puedan llegar a establecerse en caso de ser liberadas. El establecimiento de especies de la familia Sciuridae en Canarias podría afectar negativamente a especies de aves, invertebrados y reptiles
nativos, así como a la agricultura. Prevenir su establecimiento pasa por eliminar su principal vía de entrada: el comercio de mascotas, ya sea por Internet o mediante las tiendas de animales».
«La ardilla moruna depreda nidos de pequeñas paseriformes, entre los que destaca el camachuelo trompetero Bucanetes githagineus, si bien éste impacto no ha sido aún cuantificado en la actualidad (López Darias, 2007b).
La ardilla moruna consume importantes cantidades de gasterópodos terrestres (Machado & Domínguez 1982; López-Darias 2007b). Se desconoce el impacto que esta depredación puede ocasionar a las poblaciones, la mayoría endémicas, de estos invertebrados.
Se ha mencionado la depredación por parte de la ardilla moruna de Echium handiense y Salvia herbanica, aunque el consumo de estas especies no ha sido cuantificado (Bañares et al., 2003)».
Del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras – Mamíferos
Ardilla moruna (Atlantoxerus getulus), llanura al oeste de Tindaya (Fuerteventura) abril 2017